En España, del total de 8.132 municipios, 6.827 tienen menos de 5.000 habitantes y 890 están entre 5.000 y 20.000, lo que refleja lo diversa y compleja que resulta nuestra estructura territorial y también la riqueza social y cultural que atesora nuestra nación.
Estos municipios, producto de una rica historia y esenciales para la vida rural y la preservación de nuestra cultura y tradiciones, ofrece además un estilo de vida más tranquilo, cercano a la naturaleza y cada vez más demandado por una sociedad que empieza a padecer en todo su “esplendor” el agobio e inconvenientes de las grandes ciudades.
Además de su importancia cultural y social, los municipios de menos de 20.000 habitantes en España desempeñan un papel crucial en la economía local. Muchos de ellos tienen como principal actividad la agricultura, la ganadería y el turismo rural, lo que contribuye a la sostenibilidad de sus comunidades. Guardianes de la cultura popular, sobre todo los pequeños municipios, suelen ser los guardianes de tradiciones ancestrales y festividades que atraen a visitantes, fomentando así el desarrollo económico.
La despoblación es un desafío que enfrentan muchos de estos municipios, especialmente en las regiones de interior como Castilla-León y Castilla La Mancha, Aragón o Extremadura, donde la migración hacia las ciudades ha dejado cientos, por no decir miles, de pueblos con riesgo incluso de desaparición en pocas generaciones de no revertirse este desierto poblacional. No obstante y sin abandonar el realismo, no se puede tirar la toalla pues están surgiendo en todas partes iniciativas para revitalizar el mundo rural, promoviendo el teletrabajo y el emprendimiento local, lo que acompañado de una cierta tendencia a apreciar este tipo de vida mucho más intensa y saludable que la de la ciudad, proporciona una cierta esperanza.
Los Alcaldes y Concejales de estos pequeños y medianos municipios, tienen ante sí la ardua y apasionante tarea de buscar un futuro para sus pueblos convirtiéndolos en escenario de nuevas familias de jóvenes, que comprendan el enorme atractivo que tiene ser dueño de tu tiempo y de tu vida, en lugar de un esclavo de la hipoteca y los atascos en una gran ciudad.
La ingente cantidad de Fondos Europeos que está llegando en estos momentos, es una buena inyección de dinero para obras públicas y emprendimientos privados que no puede dejarse pasar.